Un sol brilla en el cielo

Un sol brilla en el cielo 

Te miré toda la mañana, te tomé algunas fotos. Hoy esa mirada tuya no la puedo olvidar. Te comiste un Chocoramo que tanto te gustaba. No pude verte más, tu padre te abrazó y te fuiste para siempre. Creí que me ahogaba. Hoy descansas bajo un bello árbol de guayaba en lo alto de una montaña que mira la ciudad.Estabas mordiendo una escoba sucia al lado de tus hermanos, te escogimos, te viniste con nosotros a nuestra casa en el campo y te quedaste por siempre. Eras una “bolita de pelos” de color oro y desde antes de conocerte te llamaste “Sol”. Iluminaste nuestra vida, y eso es verdad. Pero también nos sacaste furias, eras tan necia. Un día llegamos a casa y parecía que había nevado: rompiste todos los cojines de plumas y estas volaban por toda la casa. Solo nos reímos. Tuviste muchos enamorados: nos hiciste sufrir una noche que te fuiste con un vecino Pastor Alemán pero tu buena educación y tu buen criterio te hizo recapacitar y volver. Tonny casi muere por ti, aquel Pincher maduro que por olvido se quedó encerrado contigo en casa y tu estando en “calor”, y el pobre con casi infarto tratando de conquistarte, pero la diferencia de tamaños lo hizo imposible.

Ese diente torcido que tenías me encantaba, y esos lunares en la barriga… eras tan bonita, esas nalgas gordas y peludas.

¿Recuerdas cuando conociste el mar? No dejabas de mirarlo, y eso que llegamos de noche. Sentiste la libertad total corriendo por la playa, hasta hiciste caer a un señor. Nadaste como un verdadero perro de agua. Qué lindas fotos salieron de ese paseo.

Pero eras una miedosa a pesar de tu gran tamaño. ¿Cuántas veces tu padre tuvo que defenderte de otros perros? Sabías que estabas segura con él. Y si, lo que más te gustaba era dormir la siesta con tu padre los domingos.

Fueron 13 años, pareciera mucho, pero fue muy poco para estar contigo. Y un día el Dios de los perros te mandó llamar, estabas sufriendo y tuvimos que dejarte ir. Han pasado 3 años y el amor por ti está intacto. El tiempo no vencerá y el olvido no llegará. Nuestro amor incólume hasta el fin y creo que hasta mas allá. Nunca he sido capaz de ver aquel video que hicimos una noche, solo de vez en cuando abro la caja con tus artículos personales y huelo tu correa que aún huele a ti, y yo suspiro, cierro los ojos, y quisiera que estuvieras de nuevo aquí. No puedo creer que no estés más.

Mi amor por siempre,

Lorena.

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