Carta a Lennon

“Sé que hablamos mucho todos los días, o por lo menos yo hablo y tú me escuchas, pero hoy quería escribirte esta carta para agradecerte por estos cuatro años junto a mí y a la familia.

Cuando llegaste a la vida de esta familia llegaste por un capricho mío, algún día leí sobre el Rottweiler y simplemente me enamoré de la raza, de lo que representa, de lo familiares que son, de lo protectores, de lo nobles, de lo tiernos, de lo seguros que son y dije “tengo que tener uno”; lo que nunca me imaginé es que llegará un ser que llenará todo el hogar con tanta alegría, cariño y nobleza, nunca me imaginé que llegarás para cambiar mi vida.

La llegada a la casa fue un poco complicada, llegaste sin aviso, y no fuiste muy bienvenido por parte de la familia, aunque solo faltó una semana contigo para que todos se enamoraran y recibieran el cariño que nos das. Estuviste conmigo en las buenas, en las malas y en las peores y tu cariño nunca fue poco.

Sé que ha habido tiempos muy difíciles, sé que no ha sido fácil soportar como algunas personas te rechazan por pura ignorancia y una fama mal ganada, para mí también ha sido difícil soportar como algunos son excluyentes y encasillan algo sin saber. Qué triste que tengas que soportar algunas miradas feas en la calle, algunos comentarios, que triste que vivamos en un país tan intolerante y tan prejuicioso, que triste tanta ignorancia; algunos creen que los Rottweiler son perros peligrosos, agresivos, que son perros “del diablo”, que en algún momento “pierden el olfato y son capaces de matar a toda tu familia” ellos no saben que por el contrario son nobles como ningún otro animal, que aman a su familia más que a sí mismos, que son inteligentes y seguros de sí mismo, que son perros fuertes y trabajadores y que aman mejor que muchas personas que he conocido. Definitivamente un perro es como uno lo cría y como uno lo cuida, no eres de una raza brava ni mucho menos peligrosa, eso es mentira y cuando lo escuches no le prestes atención.

Me siento orgulloso de lo que representas para mí y para mi familia, se me llena el corazón de orgullo cuando las personas se acercan y se dan cuenta que eres un perro noble y amoroso, me siento orgulloso cuando los niños se acercan a acariciarte y tu les respondes con un lengüetazo y una bajada de orejas. Me hace muy feliz nuestras conversaciones diarias, me hace muy feliz nuestros paseos en bicicleta en las noches me hace muy feliz tu presencia.

Ahora, después de cuatro años desde que llegaste a esta casa ese 24 de febrero, solo puedo agradecerle a Dios por que el ángel de la guarda que le tocó a mi familia nos saluda con alegría y lengüetazos cuando llegamos a casa después de trabajar, por ese ángel que nos protege nos cuida y nos consiente.

Gracias por tanto amor,

Camilo”.

Abrir chat
1
¡Comunícate con nosotras!
¡Hola! ¿Con cuál de nuestras tiendas quisieras comunicarte?